Un juzgado penal de conocimiento en Florencia (Caquetá) dictó este sábado 2 de agosto de 2025 una sentencia de 32 años de prisión contra Manuel Ranoque, padre biológico de dos y padrastro de las otras dos menores indígenas Mucutuy, por los delitos de acceso carnal violento agravado y actos sexuales con menor de 14 años agravados.
La Fiscalía probó que el abuso se cometió entre enero de 2020 y febrero de 2023 dentro del resguardo indígena Puerto Sábalo – Los Monos, en Solano, Caquetá, aprovechando la ausencia de la madre y la soledad de la niña, quien tenía entre 10 y 13 años en ese periodo. Tras el rescate de los menores de la selva del Guaviare el 9 de junio de 2023, los signos de maltrato permitieron identificar los abusos y llevaron a su captura el 11 de agosto del mismo año en Bogotá, por parte de la Fiscalía y el CTI.
Durante el juicio, los testimonios de la víctima y los abuelos maternos, que denunciaron violencia intrafamiliar y amenazas, fueron piezas clave para la condena. Aunque Ranoque se presentaba públicamente como un padre afectado durante la búsqueda, negaba las acusaciones y pretendía llevar el caso a la jurisdicción indígena, lo cual fue rechazado por las autoridades judiciales.
Este fallo reafirma la postura del Estado colombiano sobre la protección de la niñez indígena, al reconocer que el impacto emocional y físico de los abusos requiere sanciones estrictas. Al conocer la condena, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) continúa con el proceso de recuperación integral de los menores, quienes reciben atención psicológica, social y médica bajo un programa de restablecimiento de derechos.
Con esta decisión judicial, el país ratifica su compromiso en la lucha contra el abuso sexual infantil y la impunidad, sobre todo en contextos vulnerables como las comunidades originarias. Los 32 años de prisión representan una de las penas más severas impuestas en casos de violencia sexual contra menores en Caquetá. Además, la sentencia destaca que la protección del entorno familiar no puede ser excusa para encubrir delitos atroces.