Caracas acusa al destructor de EE.UU. USS Jason Dunham de interceptar un pesquero en su Zona Económica Exclusiva y advierte riesgo de escalada bélica en el Caribe.
El canciller Yván Gil denunció la acción contra la embarcación pesquera ‘Carmen Rosa’, que se extendió por más de ocho horas en la Zona Económica Exclusiva del país, hecho que fue monitoreado por la Armada Nacional Bolivariana.
El Gobierno de Venezuela denunció que un destructor de la Armada de Estados Unidos, el USS Jason Dunham (DDG-109), abordó durante ocho horas al buque pesquero Carmen Rosa, tripulado por nueve pescadores artesanales, en aguas de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) del país, a 48 millas náuticas al noreste de la isla La Blanquilla.
De acuerdo con el canciller venezolano Yván Gil, 18 marinos estadounidenses armados con fusiles de asalto tomaron control de la embarcación e impidieron las comunicaciones de la tripulación. Caracas calificó el hecho como un acto “ilegal, hostil y desproporcionado”, señalando que el destructor está equipado con misiles de crucero y medios militares de alto poder, lo cual resulta excesivo frente a un pesquero atunero.
Señalamientos de Caracas
El ministro Gil aseguró que la acción busca “justificar una escalada bélica en el Caribe” promovida por sectores políticos en Washington, a quienes acusó de promover un escenario de “falsa bandera” para debilitar la estabilidad regional y promover un cambio de régimen en Venezuela. Asimismo, instó al pueblo estadounidense a rechazar que sus soldados sean utilizados como “piezas de sacrificio” en lo que denominó “aventuras bélicas”.
El Gobierno venezolano recordó que el Caribe fue declarado “Zona de Paz” en 2014 por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), y denunció que la operación viola tanto el principio de soberanía nacional como los compromisos multilaterales de convivencia pacífica.
Respuesta militar y contexto regional
La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) informó que monitoreó “minuto a minuto” la operación con sobrevuelos en el área para disuadir la acción y proteger a los pescadores venezolanos. Según Caracas, la documentación y registros servirán para elevar la denuncia en foros internacionales.
Este incidente se suma a un clima de tensión creciente en el Caribe. La semana pasada, fuerzas estadounidenses bombardearon una supuesta “narcolancha”, en un operativo inédito que dejó once muertos. Para Venezuela, estas maniobras forman parte de una estrategia de militarización de la región que amenaza la estabilidad de todos los países caribeños.

La Zona Económica Exclusiva y la disputa
La ZEE, reconocida por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, otorga a los Estados ribereños derechos soberanos sobre los recursos naturales y actividades económicas hasta 200 millas náuticas desde la costa. Si bien permite la navegación y sobrevuelo de otras naciones, Caracas argumenta que el abordaje armado de un buque civil excede cualquier marco legal y constituye una provocación directa.
Implicaciones políticas
Analistas consideran que el incidente podría tensar aún más las relaciones entre Washington y Caracas, en un momento de frágil equilibrio diplomático marcado por sanciones, negociaciones energéticas y acusaciones mutuas. La denuncia venezolana también busca apoyo internacional en organismos como la ONU y la CELAC, para reafirmar el principio de no intervención.
Con este episodio, Venezuela insiste en que Estados Unidos compromete la paz regional al desplegar recursos militares de alto costo en acciones que, a su juicio, no tienen justificación estratégica. La controversia pone de relieve la disputa entre el derecho de navegación internacional y la soberanía marítima, en un contexto donde el Caribe vuelve a convertirse en escenario de confrontación geopolítica.








